A veces me
pregunto qué pasaría si no existiera, si me muriera. Seguramente nadie
derramaría una lágrima por mí, estoy harta de fingir que estoy bien, que soy
feliz cuando en realidad tengo miedo. Buscar la razón por la que sigo luchando
cada día, Se me encoje el corazón cada vez que vuelvo a la realidad, como un
viaje hacia el abismo. Todo en esta vida a perdido el sentido, no sirve de nada
luchar por algo que de verdad te importe, tarde o temprano te lo arrebatarán.
Estoy harta de las mentiras, de la tristeza. Tan solo un saco de huesos hecho
cenizas. Y mientras unos están bien, tú te mueres del asco.